jueves, 26 de julio de 2012

Dinamica de Sistemas

    Historia

El origen de esta técnica se remonta a finales de los años cincuenta y su implantación definitiva se produce durante la década de los sesenta. El desarrollo de este método se debe al trabajo de J. W. Forrester del Instituto Tecnológico de Massachussets, el cual por primera vez utilizó técnicas pertenecientes a las disciplinas de ingeniería automática para el estudio de procesos sociales y económicos. Forrester construyó un puente entre los métodos empleados por los ingenieros en problemas tecnológicos y los métodos  específicos  de  estudio  de  sistemas  sociales.  Al  igual  que  ocurre  en  la automática, la búsqueda de los lazos de realimentación que operan dentro de un sistema y la forma en que estos determinan el comportamiento dinámico del mismo constituye la piedra angular sobre la que descansa la Dinámica de Sistemas.

                                                                   J. W. Forrester

¿Qué es la Modelación Dinámica de Sistemas?

En los ámbitos en los que la Dinámica de Sistemas intenta construir modelos de funcionamiento no suele haber leyes de comportamiento perfectamente establecidas. Los sistemas objeto de su estudio no están descritos por leyes matemáticas de carácter cuantitativo preciso y aceptadas unánimemente por la comunidad científica. En estos sistemas sí que hay expertos que conocen bien aquello con lo que trabajan, pero no siempre hay unanimidad de criterio entre los propios expertos. Es de notar, por otra parte, que el reino de las matemáticas es tremendamente limitado dentro del espectro total del conocimiento. De hecho, la matemática sólo aparece en todo su esplendor dentro de las regiones más profundas de la física teórica.

No obstante, para que la Dinámica de Sistemas decida ocuparse de un problema, se requiere que, aun cuando no se conozcan leyes precisas que lo describan, los elementos que integran el sistema problemático posean atributos cuantificables y puedan llegar a ser establecidas relaciones funcionales de naturaleza cuantitativa entre dichos atributos. Así, con esta técnica, se han realizado aportaciones de interés en terrenos tan diversos como biología, economía, gestión empresarial, urbanismo, psicología y muchos otros.

Un modelo terminado   supone   un   conocimiento   que   previamente   no   existía. Supone  el descubrimiento de una especie de teoría de funcionamiento del sistema en estudio. Por lo tanto, la Dinámica de Sistemas es, antes que nada, un método de construcción de modelos. Una vez construido el modelo, no se estará interesado en una respuesta cuantitativa precisa. La búsqueda de valores precisos de las variables no sería consistente ni con la   realidad de los   sistemas con los que habitualmente se trabaja ni con la filosofía general subyacente en la construcción del modelo.  La  información  que  se  busca  es  más  bien  de  tipo  cualitativo  tal  como tendencias   al   crecimiento   o   decrecimiento,   al   equilibrio   o   la   fluctuación   y, especialmente, si cabe esperar y de qué pueden depender modificaciones radicales de estas tendencias.

Un modelo de Dinámica de Sistemas se construye para arrojar alguna luz sobre los motivos de un comportamiento anómalo o simplemente, no siendo anómalo, sobre el que desearíamos actuar  o  comprender.  O dicho en otras palabras, debemos extender nuestro consenso no solo a las hipótesis introducidas sino también a la suficiencia de las mismas, teniendo presente que necesariamente infinidad de posibles implicaciones deberán quedar fuera de nuestro modelo. Este es uno de los trabajos más delicados que debe realizar el modelador y significa que debe abordarse con gran tiento la tarea de definir el propósito del modelo y la frontera del mismo. A menudo se critican modelos porque no pueden dar cuenta de aspectos para los que no fueron construidos. No estará de más insistir en que no se puede evaluar un modelo más que con referencia al propósito para el que ha sido construido. No podemos simplemente en abstracto decir que un modelo es bueno o es malo. La tarea más importante del modelador es definir con precisión el problema que pretende ser abordado por el modelo. En palabras de Forrester:

" La habilidad de la persona que decide usar un modelo se manifiesta inmediatamente. Su primera decisión es hacer preguntas pertinentes que tengan respuestas de interés. Las preguntas triviales no pueden menos que conducir a respuestas triviales. Las preguntas que son demasiado generales no sirven para centrar el problema. Las preguntas que son demasiado restrictivas pueden confinar la investigación en regiones que no contienen ninguna respuesta. Las preguntas que son imposibles de contestar solo pueden conducir a desencanto".


                                            Modelación Dinamica de Sistemas


Bibliografía:

Torrealdea J., Elementos y estructura de un modelo, Construyendo modelos, Profesor de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial.

3 comentarios:

  1. Buena guía para empezar en el teme de dinámica de sistemas.

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  2. Buena reseña para saber de donde proviene todo

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  3. Muy buena introduccion a la Dinámica de Sistemas

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